viernes, 5 de marzo de 2010

Salvación

Tras acopio de dopping, mantita, sofá y cosas calentitas, parece que hoy mi cabeza anda un poco, pero solo un poco despejada. Esta tarde he salido a orearme, dicen que va bien en estados catarrales, y es cierto, me ha ido bien, aunque el frío que hacía no se si me habrá ido muy bien, mañana lo veremos.


Tras meter la pata hasta el fondo y después de pedir disculpas nos queda siempre un resquemor, un algo que no se describir, es difícil de superar, pero existe, yo no quiero que pase. No soporto el rencor. Con un buen abrazo todo pasa, supongo y ese momento se espera como la salvación. Necesito unas lagrimitas o lagrimazas, llenar unos cuantos pañuelos de babas lacrimales, de esas que limpian el alma, de esas que te dejan nuevo y te hacen coger el tren que conduce hacia la cima. Para luego, claro está, volver a los infiernos, porque de eso no nos salva nadie. Todo ayuda tanto a la hora de subir como a la de bajar, pero parece que la fuerza de la gravedad nos atrae siempre, subir y flotar no lo hacen más que los eruditos, e incluso ellos de vez en cuando bajan al inframundo.


2 comentarios:

Robin dijo...

¿de veritat et sembla que hi ha rencor? A voltes traspossem la nostra percepció als altres, i la pensem com a real. La mirada es subjectiva, ja que ens fa veure les coses segons la nostra situació.

Ànim i endevant! una forta abraçada!

Cenicienta dijo...

Parlo del meu, no del teu, sé que tú no en tens

T'agafo l'abraçada ben fort