jueves, 18 de marzo de 2010

mecánicas

Fué un día triste, un día en que no dejaba de llorar hasta que me di cuenta de que me reconfortaba beberme mis propias lágimas. Poco después descubrí que sabían mejor si las mezclaba con un pocode licor de manzana. Pero no hay que beber nunca cuando uno está en estado normal, en ese caso ya no se logra estar contento sin beber y se forma un círculo vicioso y uno ya no para de llorar para poder beberse las lágimas.
(fragmento de la mecánica del corazón)

Quiero cantar, quiero cantar, quiero cantar, me desahoga, lo haga bien o lo haga mal. Es ese desahogo que sentimos después de llorar, después de bebernos nuestras lágrimas. Y no lo consigo, no consigo quedarme satisfecha, últimamente se ha convertido en un martirio, no se camina, parece que se retrocede. El camino actual está marcado desde hace tiempo. Y se está haciendo surco ya, hay quienes nos cansamos de caminar por la misma senda y necesitamos avanzar pero hay caminantes que no avanzan y nos arrastran a quedarnos en la caseta. Algún día pasará, son retos a los que nos debemos enfrentar para mejorar, pero la perfección nos exige.

2 comentarios:

chuscartes dijo...

Feia dies que no visitava el teu espai. Vaja, que no visitava cap espai...

Això que tens ho hem viscuts tots en algun moment. Veiem que dediquem un temps a una passió i la resta no acompanya. Tenim la sensació de perdre el temps. Veiem com s'omple el camí d'obstacles i voldriem tenir la força i la capacitat per saltar-los, evitar-los o apartar-los.

Ànim, que la cosa millorarà. O en qualsevol cas, hem de cercar la manera de què aixís sigui.

Dorothy dijo...

¡Oooohhhh! ¡Has caido en las garras del corazón de cuco...! Espero que lo disfrutes, aunque te haga llorar.