lunes, 25 de octubre de 2010

espumas


Desolación más que soledad. La respuesta está clara, seguirá haciéndonos las preguntas toda la vida. La clave está en si seguirá ansiando las respuestas o encontrará el camino hacia ellas.

El día amanece girado, la meteorología se alía con su estado, empatiza incluso con el cielo, con el aire, con la espuma que quiso llevarse su carcasa.
Ayer intentó deshacer el nudo mirando al mar, que la lágrima saliera y se perdiera entre la arena. Se quedó esperando, la vergüenza no la dejó salir. Pide a gritos hacerlo, con la soledad no tiene suficiente. Necesita un hombro donde secarse y cuando lo tiene no le deja salir.

La vida es así de caprichosa, pide a gritos pasar por encima de la impulsividad, pero su camino está hecho de pulsiones y debe aceptarlo. La reflexión vendrá después, intentando arreglarlo.

Hoy no es su día, intentará pasarlo lo mejor que pueda, quizás encuentre algo que la cobije al final de él. Siente su imagen devastada por encontrarse en el sitio y momento equivocados. Se balancea en un columpio que no tiene un patrón hiperbólico regular. Ha de elegir entre seguir balanceándose o saltar y caer en cualquier lugar en cualquier momento.

2 comentarios:

chuscartes dijo...

No basta amb el breu llampec per arrencar-lo d'arrel. no n'hi ha prou. EM preocupa veure't així, però a la vegada veig que necessites pair aquesta baixada que tens i això és una feina personal, individual.

M'agrada imaginar que sóc un motllo, que es pot omplir de moltes coses: de venjança, de bocins del destí o de gràcia. Tot depèn d'allò que ens permetem ser.

una gran abraçada

chuscartes dijo...

i si necessites plorar, no et faci vergonya