sábado, 13 de febrero de 2010

lucha

Las heridas se hacían cada vez más profundas, cada metro que subía por el túnel dejaba un rastro del barro que formaba su sangre al arrastrarse por la tierra.
Llevaba ya varios días vagando por la oscuridad y no había visto luz.
Suerte que en su bolso llevaba el agua del entreno y unas barritas de cereales que nomalmente usaba para saciar su hambre a media tarde.
No quiso ni imaginar cual era su aspecto, tres días de polvo, barro, y sudor recorriendo su cuerpo, suerte que al menos sus zapatillas habían resistido el derrumbamiento.
El miedo del principio había dejado paso a la lucha por la supervivencia. No se resignaba a darse por vencida.
Un lento y leve sonido llamo su atención, al girar la cabeza sus ojos se cegaron ante el halo de niebla que cubría su cuerpo que yacía en el fondo del túnel.

2 comentarios:

Dorothy dijo...

¡Uf! Ánimo para salir de ese túnel lleno de barro...

chuscartes dijo...

De vegades el patiment enganxa i cal aventurar-se a futurs que no coneixem per tal d'avançar. una abraçada.
^_^