sábado, 2 de enero de 2010

papel reparado

Como un papel roto al que han puesto celo, parece arreglado, pero no tiene remedio. Está roto, y no tiene arreglo. Por mucho que se empeñen sigue roto, aunque no lo parezca está rasgado. A veces a simple vista no se reconoce por donde se rompió, pero si se mira detenidamente, en algún momento, la luz incide en el celo de tal manera que se ve dónde empieza y donde acaba la arista delatora de la reparación. Nunca se sabrá si fue mejor dejarlo roto. Y al dejarlo roto, si deshacerse de él o conservarlo, todo dependerá del valor se le dé. Si estuviese vacío, nisiquiera nos hubiésemos planteado la posibilidad de arreglarlo. Sería como el envoltorio de un ramo de margaritas que hemos comprado nosotros mismos en el mercado, y que al llegar a casa está tan mojado que no lo ponemos nisiquiera en el contenedor de reciclaje, va directamente a la basura. Si estuviese escrito dependería de quien hubiese escrito. No es lo mismo una lista de la compra ya realizada, que un poema que alguien, a quien no recordamos, nos escribió cuando éramos niños. No es lo mismo una revista de moda ya memorizada, que un libro que aún no hemos acabado.
En fin, todo depende del día, se da un valor diferente a las mismas cosas dependiendo del día en que estemos. Se ve que se ha doblado una esquinita de aquella página que pasé un día.

2 comentarios:

chuscartes dijo...

A pesar de la tristor que encomana llegir aquesta entrada, també guarda molta bellesa. Com bé dius, tot depèn de la mirada i la nostra percepció. Hi ha una cita d'en Ramiro Calle, que aquests dies he llegit, que encaixa molt bé al que dius:

"Naixem, vivim i morim amb la ment. Tot es fonamenta en ella, tot es viu, s'experimenta i es percep amb ella. És l'escenari on les coses es viuen"

Salut! Petons

Cenicienta dijo...

gràcies, m'agrada molt! una abraçada