miércoles, 19 de mayo de 2010

crema en los pies

Los caminos de la vida son inesperados, por mucho que uno intente dibujarlos, al final hacen lo que les da la gana.

Siempre he pensado que nada está escrito, que todo depende de todo.

El camino que debemos hacer normalmente dista mucho o se parece bien poco al que hacemos, lo debemos hacer solos, solos hemos de aprender a avanzar por él. De vez en cuando aparece una mano amiga que nos intenta guiar, muchas veces nos ayuda, pero siempre debemos seguir avanzando solos.

El aprendizaje y el futuro dependen de las piedras y los baches que nos vamos encontrando, las flores recogidas van adornando nuestros recuerdos, pero marcan más las durezas en los pies.

Una buena crema suele ayudar a calmar los pies cansados, pero lo más importante es el bagaje que arrastraremos al final de él. Lo mejor es que pase lo que pase, nos encontremos con quien nos encontremos durante el viaje, no hay duda de que lo terminaremos con la persona más importante y más maravillosa que podemos tener a nuestro lado: nosotros mismos.

1 comentario:

chuscartes dijo...

És evidaent que hem d'estar bé amb nosaltres mateixos, per a poder fer el camí en condicions i soportar el trajecte i les inclemències.

Cada dia dono les gràcies per la gent que trobo al meu caminar, per aquells que fem un camí comú. I sense ser conscients del tot, fem diferents caminis a la vegada, tal volta, les cordes que algú ens explica...

Gràcies per la companyia durant una part del camí.