Y no escribo porque estoy llena, estoy feliz y no necesito el tiempo de desahogo que me ocupaba este lugar.
Y no lo hago porque tengo mis manos ocupadas en otras cosas. A quien dedicar mi tiempo real y no escondido tras una pantalla.
Y no lo hago porque mi amor crece y crece en el tiempo que dura una gestación humana.
Te escribo ahora, mientras observo tu espalda tumbada en la que fue mi cama, que comparto ahora con mi mitad perdida durante un tiempo. Recuperada ahora dándome la felicidad que otros envidian y que intentan minar.
Busco una imagen que decore este no escrito, no le hace falta. Ponla tu, seguramente elegirás la sonrisa que tu solo llenas.