lunes, 19 de julio de 2010

sangre

La ilusión le abrió el cráneo, cuando cayó lo hizo en forma de burbuja gigante que al entrar en su hipotálamo se fragmentó en millones de microesferas que se diluyeron en su sangre, poco a poco, lentamente fueron llevándose las ganas de seguir.
La culpa pudo ser del etéreo licor durante el ágape, pudo ser la ignorancia, el intento por ser ingenioso, por hacer una gracia, pero ésta entró en forma de daga perforando hasta el fondo el ventrículo izquierdo del corazón.

Mientras sangraba pudo articular las palabras necesarias para explicar que la habían herido, mientras lo hacía, el coágulo se fue formando hasta tomar la forma necesaria para seguir cogiendo fuerzas y hacer entender que no se puede dejar a una persona sin ilusiones, que sin haber visto la obra de una persona no se puede juzgar su pintura, que no se puede borrar el trabajo sin hacer.

Cuando quiso rectificar ya era tarde, la cicatriz sigue punzando, no importa de qué color sea el hilo de sutura que intente utilizar, ya es muy tarde para intentar repararlo. Ella está herida pero no desfallece en el trabajo, aún tiene más fuerzas para seguir trabajando, demostrará que se equivocó.

martes, 13 de julio de 2010

cosas

una sonrisa, un abrazo, ver que sale el sol por la mañana, un te quiero infantil, el éxito de un ser querido después de un gran esfuerzo, el olor de las rosas, la brisa del mar en las mejillas, el olor de la hierba recién cortada, un paseo entre el bosque, pisar la arena de la playa cuando el sol ya se esconde, música, bailar bajo la lluvia (esto siempre lo he querido hacer), observar el firmamento junto a quien más te entiende en el mundo, la risa del niño que has traido a la vida, la voz a la que tanto admiras susurrarte una nana, las gracias de quien has ayudado, la complicidad, el reconfortante lloro, la comida favorita, un mojito cuando más calor hace, el olor de la tierra recién regada, la frescura de una ducha en verano, el grito al precipicio, las lágrimas de un padre orgulloso, una conversación de madrugada, un aplauso sincero, la crítica válida, los títulos de crédito, la remontada después de la caída, mis rarezas, cosas de la vida...
Estoy un poco tontina, pero son los efectos de los defectos

domingo, 4 de julio de 2010

parte en las partituras

Empezar por aceptarse es el primer paso para olvidar la depresión. La ansiedad que produce al principio la novedad se supera con esfuerzo y trabajo. Ya lo dije el otro día y alguien frunció el morro. Con ganas y trabajo todo se puede conseguir, el producto final puede gustar a unos más que a otros, pero podemos llegar a estar satisfechos por nuestro trabajo con dedicación y esfuerzo.


Esta semana he recordado varias veces a mi abuela, disfrutaba cantándole a todo el mundo, no tenía una bonita voz, pero no desafinaba. Cuando oía a alguien cantar bien, decía: "que pecho tiene, mira me pone la carne de gallina". A mi me hacía mucha gracia lo del pecho, pues no es con lo que nos apoyamos para cantar.

Quizás ha sido uno de los motivos que me han hecho despertar en el arte. Hasta ahora yo me consideraba una parte no destacada del cuerpo coral, pero desde los comentarios que me han llegado de compañeros que no bailan al agua, comentarios que sé sinceros, sobretodo los que parten de una persona entendida y buena en la materia, me he crecido, no creáis que me creo una Callas o una Netrebko, nisiquiera una buena solista aficionada, sino que tengo el convencimiento de que hay potencial en mi. Lo voy a seguir trabajando, supongo que me cagaré de miedo muchas veces por el camino. Pero ese camino es el que debo seguir para acabar queriéndome y superándome día a día.


Podéis llamarme creída si queréis, seguramente si me oís cantar ahora pensareis que parezco un gato con el rabo aplastado, pero yo estoy segura de que con trabajo, esfuerzo y dedicación puedo llegar a sorprender a más de uno.


A los que tanto me están animando: mil gracias!!!!!!!!!!!!!